Siemens Energy está optimista de que el hidrógeno verde sea utilizado como un medio para ayudar a descarbonizar la economía mundial.
La empresa firmó recientemente un memorando de entendimiento con Air Liquide para desarrollar tecnología de electrólisis de membrana de intercambio protónico y diseñar grandes proyectos de hidrógeno a escala industrial en Europa.
Siemens también está mirando hacia Latinoamérica. En esta entrevista, el jefe regional del negocio energético, Andreas Eisfelder, explica por qué Brasil y países vecinos como Chile jugarán un papel importante en el segmento.
BNamericas: ¿Considera Siemens que hay potencial para producir hidrógeno verde en Brasil y el resto de Latinoamérica?
Eisfelder: Definitivamente. Creemos que el hidrógeno jugará un papel preponderante en la transición energética sostenible y en el acoplamiento de sectores en el país, por eso hemos decidido instalar en Brasil nuestro centro para atender a América Latina.
En Brasil estamos negociando con empresas industriales de diversos segmentos, como generación termoeléctrica, acero, papel y celulosa, que están interesadas en ser pioneras en el uso de hidrógeno verde. Sigue siendo una novedad, una tecnología de punta, pero tiene un gran potencial tanto en Brasil como en el resto de América Latina.
Por cierto, en Chile estamos implementando con nuestro socio AME, proveedor de Porsche, y una serie de empresas internacionales un proyecto piloto para instalar la primera planta integrada de combustible sintético a escala industrial del mundo con impacto ambiental neutro (electrocombustibles). El proyecto piloto Haru Oni, en la Región de Magallanes, aprovecha las excelentes condiciones del viento en el sur de Chile para producir combustibles que presentan un impacto climático neutro a través de la energía eólica verde.
BNamericas: ¿Qué tan lejos estamos de que la producción de hidrógeno verde sea una realidad?
Eisfelder: Mucho más cerca de lo que uno podría imaginarse, y Brasil es protagonista en el contexto actual. Tiene una de las matrices energéticas más limpias del mundo entre las naciones con mayor extensión territorial, con cerca del 80% de generación de energía renovable. Este factor y la infraestructura logística local convierten al país en un potencial proveedor estratégico global de la cadena de suministro de hidrógeno verde que se está estructurando. Además, tenemos todas las condiciones para atraer a los países que superan el límite de emisiones y desarrollar un sólido mercado de créditos de carbono, fomentado principalmente por el uso de este nuevo elemento en la transición energética.
BNamericas: ¿Investiga Siemens sobre el hidrógeno verde en Brasil?
Eisfelder: Siemens Energy ya fabrica electrolizadores de alto rendimiento que producen hidrógeno verde. Como parte de nuestros estudios, siempre estamos buscando formas de lograr que la electrólisis sea más eficiente y económica. En este sentido, hay varios tipos de trabajos que estamos realizando de manera conjunta con socios en Brasil y en el exterior.
BNamericas: ¿Contemplan invertir en el área?
Eisfelder: Anunciamos recientemente una acción conjunta global con Siemens Gamesa para integrar un electrolizador en un aerogenerador eólico marino como un único sistema sincronizado para producir directamente hidrógeno verde.
Siemens Energy planea destinar 40 millones de euros [US$48,3mn] a este proyecto dentro de los próximos cinco años. Anualmente invertimos alrededor de 1.000mn de euros en I+D de nuevas soluciones, tecnologías y sistemas, incluidos proyectos relacionados con el hidrógeno verde.
BNamericas: ¿Es necesario el apoyo público en Brasil y el resto de Latinoamérica para avanzar hacia una economía del hidrógeno? Si es así, ¿qué tipo de apoyo público se requiere?
Eisfelder: Sin duda. Las oportunidades que ofrece el hidrógeno verde son enormes. Como transportador de energía libre de CO2 apto para almacenamiento, transmisión, reelectrificación y uso directo, el hidrógeno verde es considerado clave para una descarbonización exitosa. Brasil necesita una estrategia clara que contemple fiscalización y regulación. Sin una regulación adecuada ni apoyo estatal, la demanda y las inversiones podrían tardar más en materializarse.
BNamericas: ¿Qué podemos aprender de la experiencia europea?
Eisfelder: Creo que podríamos tener especialmente en cuenta las rígidas políticas de cero emisiones, centradas en la descarbonización de sectores económicos. Por ejemplo, el Gobierno Federal de Alemania adoptó una estrategia nacional integral sobre el hidrógeno. Para 2030 invertirá 9.000mn de euros en el desarrollo de tecnología, infraestructura y aplicaciones de proyectos. También se promoverá el uso industrial de hidrógeno verde en laboratorios reales. En tanto, la Comisión Europea presentó una estrategia sobre el hidrógeno y formó la Alianza Europea del Hidrógeno Limpio combinando esfuerzos a nivel industrial, gubernamenal y empresarial. Siemens Energy está comprometida a considerar la expansión de la infraestructura de la red desde una perspectiva global. La planificación más allá de las fronteras nacionales es esencial a causa de la generación descentralizada de energías renovables, mientras que el esfuerzo conjunto de los gobiernos y la iniciativa privada es clave para que Brasil sea protagonista de la descarbonización a nivel mundial.