La decisión de algunos congresistas de la Comisión de Energía y Minas de votar en contra de la
propuesta del Poder Ejecutivo, que busca abrir la competencia en el mercado de generación
eléctrica, permitir la participación de centrales de energía renovable en pro de la transición
energética y la sostenibilidad ambiental, y alcanzar tarifas más competitivas para beneficio de
hogares y pequeñas y medianas empresas, es un error que debe ser corregido.
Tanto los especialistas como las autoridades de Osinergmin y del Ministerio de Energía y Minas
han explicado técnicamente a los miembros de la referida comisión que la única forma de
detener el incremento de las tarifas de electricidad que pagan millones de usuarios es permitir
la competencia de nuevas fuentes de energía mucho más baratas, que no requieren subsidios y
están disponibles, como la energía solar y eólica, y dejar de depender únicamente de dos
fuentes: la hidroeléctrica y la térmica de gas natural.
Este cambio es fundamental y ha sido debatido durante más de cuatro años. Permitirá generar
energía eléctrica utilizando recursos energéticos renovables (RER) en diversas regiones con gran
potencial, dejando de depender de la generación que se concentra en Lima y el centro del país.
Asimismo, la modificación legal pretendida priorizará el uso de energía limpia y barata en los
sistemas aislados de la Amazonía, que hoy utilizan diésel. El Perú es el tercer país en el mundo
más afectado por el cambio climático, y Lima es la ciudad con el aire más contaminado de toda
Latinoamérica.
La Asociación Peruana de Energías Renovables comparte los argumentos técnicos planteados
por Osinergmin y el Ministerio de Energía y Minas sobre esta propuesta normativa. Asimismo,
resalta el pedido del Comité de Operación Económica del Sistema Interconectado Nacional
(COES), para que se tomen medidas en el corto plazo que permitan el ingreso de energía
eficiente, como es el caso de las generadoras RER, porque de lo contrario tendremos que recurrir
al diésel de forma permanente para la generación eléctrica lo que elevará las tarifas de manera
inevitable.
Son argumentos especializados del propio sector que deberían ser suficientes y confiables para
que el Congreso tome una decisión principista, pensando en el bienestar de los peruanos y no
de espaldas a ellos.
El dictamen que debe ser aprobado no solo recoge los principales lineamientos del proyecto del
Poder Ejecutivo, basado en las recomendaciones de la Comisión Multisectorial de Reforma del
Subsector Eléctrico (CRSE), sino también los objetivos que plantearon proyectos de diversas
bancadas para impulsar las energías renovables. Algunas de estas bancadas han decidido
inesperadamente votar en contra de este cambio fundamental para el país.
Finalmente, cabe recordar a los miembros del Congreso que como país nos hemos trazado la
meta de garantizar el aprovechamiento del recurso renovable no convencional en la matriz de
generación eléctrica, en condiciones competitivas y eficientes, con una proyección de llegar al
20% de su participación en el parque generador al 2030. Votar en contra de la modificación de
la ley va en contra de los intereses de todos los peruanos.