“El Perú ha quedado rezagado en el proceso de descarbonización de su economía”
Según el informe de Bloomberg “New energy finance energy outlook”, a diciembre del 2020, Chile es el cuarto mayor inversionista en energías renovables del mundo, con una inversión acumulada de US$ 14,86 mil millones y, según declaraciones del ministro de Energía de Chile, Juan Carlos Jobet, una cartera de inversión en construcción y desarrollo de energías limpias por casi US$ 30 mil millones, buscando convertir al sector energético en uno de los pilares de la recuperación económica de ese país. En cambio, el Perú, uno de los pioneros en Sudamérica en implementar una estructura de promoción a las energías renovables no convencionales, ha quedado largamente rezagado en el esfuerzo para alcanzar la sostenibilidad, seguridad energética y la descarbonización de su economía. Se han desplegado muchos esfuerzos para incrementar la participación de las energías renovables no convencionales, pero siempre encontrando oposición al cambio.
El proyecto de Ley N.° 6953, encarpetado por la Comisión de Energía y Minas del Congreso en mayo 2021, ha sido el último retroceso. La norma proponía cambiar la estructura regulatoria para permitir a la tecnología eólica y solar competir en las mismas condiciones que las tecnologías que operan actualmente en el mercado y sin crear ningún tipo de subsidio. También planteaba evaluar mecanismos para incorporar la geotermia en las regiones de Arequipa, Moquegua y Tacna, como fuente de energía constante e ininterrumpida de origen renovable que permita la descentralización de la producción de energía en el país, así como promocionar licitaciones en sistemas aislados. Sin embargo, el aspecto más importante de este proyecto de ley era la convocatoria a un proceso de planificación energética, estratégica, inclusiva y transversal que estableciese objetivos de corto, mediano y largo plazo, y los mecanismos para lograr dichos objetivos. Nunca ha habido una planificación energética en el Perú, y sigue sin haberla. Vale la pena estudiar el caso chileno. El Plan Energía 2050 de Chile es una de las razones por las cuales el país vecino viene atrayendo tanta inversión a su economía.